¿Qué Es La Gratitud?
La gratitud es la habilidad de reconocer los aspectos positivos de nuestra vida, pasados y presentes. Es la capacidad de identificar qué situaciones nos han traído beneficios, tanto físicos como intangibles, y el poder ver y sentir lo que los demás hacen por nosotros. Todo ello nos trae sensaciones de agradecimiento y alegría, y muchos beneficios que sorprenderán a los más incrédulos.
5 Beneficios De Ser Agradecido
Existen diversos estudios que demuestran que ser agradecido repercute tanto en nuestra salud tanto física como emocional. He aquí 5 de los principales beneficios que han encontrado:
- Mejora la Salud Física:
Sentir gratitud fortalece nuestro sistema inmunológico, reducir la presión arterial, reduce los síntomas de las enfermedades y nos hace menos susceptibles al dolor y otras molestias. + info - Reduce el Insomnio:
Ser agradecido mejora nuestra calidad del sueño, nos ayuda a conciliar el sueño más rápido y a despertarnos de mejor humor. + info - Mejora las Relaciones de Pareja:
Sentir gratitud hacia nuestra pareja y expresarla, hace que ambos valoremos más la relación e incluso promueve una división más equitativa de las tareas domésticas + info - Combate la Depresión:
La gratitud hace nos centremos en sentir más emociones positivas, resaltar los aspectos positivos de nuestra vida, reduciendo síntomas depresivos y ansiosos y alejándonos de la depresión. + info - Aporta una Actitud Positiva:
Ser agradecidos nos hace sentirnos mejor, fomenta nuestra autoestima, nos predisponer a ver el lado positivo de las cosas y mejora nuestra capacidad de resolver situaciones conflictivas. + info
La Gratitud Es Una Habilidad: Se Puede Cultivar, Fomentar y Mejorar
Habrá quien piense que es fácil ser agradecido cuando tienes una vida fácil y te viene todo rodado: mucho dinero, familia perfecta y suerte. Claro, así es fácil ser agradecido.
Pero… ¿Qué sucede cuando la vida no es un cuento de color rosa? ¿Cómo podemos hacer el común de los mortales para agradecer cuando sufrimos adversidad tras adversidad? Problemas con los hijos, con la pareja. Divorcios, duelos, problemas económicos, problemas en el trabajo. ¿Se puede agradecer algo ante este tipo de panorama? He aquí la respuesta que sorprenderá a mucha gente: Sí. Es sólo cuestión de actitud y perspectiva.
Si crees que los beneficios que conlleva ser agradecido valen la pena, te propongo 3 ejercicios que te ayudarán a cambiar de actitud, a ser más positivo y a potenciar tu gratitud:
- Ejercicio 1: Leer la Leyenda del Monje. Es un cuento breve y no te llevará más de 5 minutos. Leer →
- Ejercicio 2: Realizar un Diario de Agradecimiento durante al menos 1 mes. Cómo Hacer un Diario de Gratitud →
- Ejercicio 3 (opcional): Si te interesa la opinión personal de alguien que da las gracias pese a la adversidad, aunque a veces le cueste, sigue leyendo ↓
Todo Pasa Por Algo: Mi Experiencia Personal
Todo pasa por algo…
Cuando digo esta frase ante la adversidad, muchas veces las personas me escuchan y me miran como si fuera una ilusa. Alguien que se agarra a clichés o al destino para intentar auto-reconfortarme o no asumir la dura la realidad. Pero no saben un secreto.
Hace más años de los que me gustaría reconocer, me encontraba en una playa de Brasil, tomando el sol sobre la arena, disfrutando de la brisa y del ronroneo de las olas. Me sentía feliz, plena. Satisfecha con mi vida. Estaba justo donde debía estar y disfrutando cada segundo. Y me pregunté: “¿Cómo he llegado hasta aquí?”
Recordé entonces varios momentos oscuros de mi pasado. Puntos de inflexión en los que había sentido que no podía más, y en los que solo quería hacerme un ovillo y desparecer. Haciendo un recorrido del pasado por mi mente, viendo cada evento catastrófico en retrospectiva, me di cuenta de que los peores momentos de mi vida, me habían llevado a cambiar y a tomar decisiones que me llevaron hasta esa playa, hasta ese momento de plenitud.
Y me dije a mí misma: “Realmente, todo pasa por algo”.
En momentos de felicidad, recuerda cómo las tormentas te ayudaron a crecer.
Desde entonces, es un ejercicio que practico regularmente. Especialmente después de vivir situaciones muy difíciles.
Durante la tormenta, me repito a mí misma: “Recuerda. Todo pasa por algo. Simplemente todavía desconoces el porqué.”
No quiero decir que por repetirme estas palabras no sufra, ni sienta, ni padezca. Es natural sentirse mal cuando nos suceden cosas malas. Es normal sufrir, llorar, o como digo yo cuando me pongo melodramática: “Necesito recrearme en mi miseria y tocar fondo para luego renacer de mis cenizas cuál Ave Fénix”. Que conste en acta que no aconsejo a nadie la parte de recrearse en la miseria, evidentemente. La parte que sí recomiendo, es la de ser consciente de que, por bajo que sientas que has caído, siempre puedes renacer. Vas a renacer. Y esta actitud es la que me permite saber que hay luz en el fondo del túnel, aunque en algún momento determinado no logre verla.
Después de cada punto de inflexión, cuando pasa el tiempo y me vuelvo a sentir feliz y plena, recorro nuevamente el camino de mi vida, pasando por los senderos tortuosos y me doy cuenta de lo que aprendí durante el trayecto, de cómo me ayudaron a crecer, y de cómo me hicieron tomar decisiones que me llevaron de vuelta hasta mi felicidad.
Sin arrepentimientos… Gracias por lo bueno y por lo malo.
Por este motivo, no me arrepiento nunca de lo que he vivido, ni de las decisiones que he tomado. Cada mala relación, cada decisión dudosa o cada nefasta experiencia, me han permitido conocerme más y definirme como persona. Me han dado la oportunidad de replantearme qué es para mi la felicidad y tomar decisiones para buscarla activamente, haciéndome llegar a momentos en los que, como hoy, con lo bueno y con lo malo, soy feliz.
Y por este motivo, me despido diciendo una última cosa: Gracias.
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